Arte y Activismo
DeepLab: experiencias ciberfeministas artísticas antivigilancia
10/07/2015
Por Joana Varon | #Boletín11
«La web es un gran vacío de presencia femenina, a no ser en pornografía y fotos de celebridades. Las mujeres deben comprometerse con el futuro de manera que hagan indeleble nuestra presencia en la historia
Así se creó el Deep Lab… a partir del deseo de dar visibilidad a las mujeres que trabajan en cuestiones de agregación de datos y vigilancia y de crear una cultura de normalidad alrededor de la criptografía» (Addie Wagenknecht)
Investigadores, artistas, hackers, escritoras, ingenieras, productoras culturales, todas, en realidad, con habilidades multifacéticas, se reúnen en un estudio de Nueva York para hablar de código, vigilancia, cifrado, arte e intervención en la ciudad. Tienen algo en común: todas ellas forman parte de DeepLab, un grupo colaborativo de ciberfeministas cuyos objetivos son crear consciencia social sobre las nuevas tecnologías y cuestiones de privacidad, vigilancia y hacking social.
Un Dj set de Björk se escucha como sonido de fondo mientras circulan preguntas por el aire y las cabezas: dibuja ahí el rostro de una whisttleblower, vamos a escanear y proyectar mientras toca EMA, ¿ok? Text Secure, OTR, Tor, ¿esas herramientas son suficientes para un speed dating? ¿Vieron el mapa de Ingrid que traduce los códigos que están pixados en las veredas de Nueva York? ¿Sabías que señalan toda la infraestructura de AT&T? ¿Cómo pueden pintar los drones? Dispara el flash aquí, esta pintura brilla con el flash, ¿viste? ¿»Metadata es magia negra» es una buena pregunta? ¿O prefieren: el cifrado es terrible, pero¯\_(ツ)_/¯? ¿Y de donde es ese set de Björk? Tri angle. Aumenta…
Fueron varias indagaciones en el proceso creativo de preparar los 4 días de talleres, conferencias e intervenciones artísticas que se realizaron a continuación. El grupo fue creado a fines de 2014 por la artista Addie Wagenknecht y en mayo de 2015 se realizó su segunda residencia, esta vez en New Inc, en Nueva York. Esa fue mi primera residencia como parte del colectivo. Llegué para el fin de la semana, cuando algunas de esas preguntas ya tenían respuesta, pero me sirvió para conocer al grupo, ayudar en la ejecución de lo planeado, venir a contarles la experiencia (sin mencionar a ningún hombre, ni en las fuentes de inspiración) de estar en ese ambiente creativo femenino y para no dejar que intervenciones tan importantes solo fueran efímeras.
Quien vive discutiendo políticas y tecnologías del mundo digital termina, inconscientemente, acostumbrándose a ser minoría de género en la mesa, en el panel, en el workshop y hasta en la forma de relacionarse y comunicarse con los otros. La experiencia en DeepLab mostró que todo puede ser muy, pero muy diferente. Y fue eso lo que creamos, compartimos y vivimos en esos pocos días.
Speed dating de herramientas de criptografía
Usando la experiencia de los Talleres Antivigilancia, me uní a Addie y Jillian York para un speed dating en criptografía. Funciona… como un speed dating: tienes 5 minutos para mostrar todo lo más atractivo e interesante que tiene… pero en lugar de uno, el foco está en la herramienta de criptografía. Entre las tres, elegimos tres herramientas, una para cada una, y teníamos la misión de encantar a los participantes, que se dividían en los tres grupos, con cada una de ellas. Las herramientas fueron: TOR, el navegador anónimo; OTR, el chat secreto de los ciberpunks; y Text Secure, la aplicación de SMS con criptografía. Incluso sin largas horas de explicación de modelos de amenazas o de cómo funciona la criptografía, creo que, al final, cada uno(a) salió casado(a) o levemente enamorado(a) de una de las herramientas.
La idea por detrás de crear otras formas de enseñar y lidiar con la criptografía está en el corazón del DeepLab. Como dice Addie en una breve entrevista que le hice para este post: «El cifrado, en la cultura occidental, está altamente estigmatizado como algo para terroristas o criminales, lo que dificulta que la cultura de masas lo adopte o hace que, simplemente, lo deje de lado ‘como algo que no es para nosotros’. La idea aquí, con el DeepLab, es desafiar esa percepción, tanto de forma visual como compartiendo el conocimiento de modo que vaya, en la medida de lo posible, más allá de la cultura hacker».
Permission to Fail: A Drone Painting Performance
Addie Wagenknecht, Lindsay Howard y Maddy Varner inauguraron la exhibición con la intervención Permission to Fail (Permiso para errar), utilizando drones para pintar. En un intento de sustituir la idea de artista, pero luchando contra el pigmento en polvo que cubre el piso y las paredes, su materia prima, los drones vuelan bajo para después caer, hasta que se destruyen por interactuar tanto con el pigmento. Una metáfora de las fallas de la tecnología para crear e interactuar con lo que no es programable. El polvo de colores en las telas queda como un rastro de la interacción entre mujer y máquina y los drones destruidos por el piso son lo que resta después de que las artistas dejan el escenario en una nube de gas y humo.
Considerando las performances del DeepLab, le pregunté a Addie cómo pensaba que los artistas pueden ayudar a crear consciencia sobre el derecho a la privacidad y las prácticas de vigilancia. Su respuesta fue:
«El proceso creativo debe impulsar la investigación colaborativa, como estamos haciendo con el DeepLab. De esta forma, podemos enfrentar modelos superados de entendimiento de la cultura en estructuras sociales tradicionales y hasta incluso en el mundo artístico. Para tener éxito en crear consciencia sobre un tema, tenemos que crear un movimiento. Eso no es algo que una persona pueda crear sola, el sistema es muy grande (…) el trabajo que creamos debe subvertir el sistema y quebrarlo desde adentro».
«Internet Infrastructure Tour»
El trabajo de Ingrid Burrington es un ejemplo de esta investigación impulsada por el proceso colaborativo y que muestra a través del arte, por lo menos, cómo entender parte del sistema.
Muchas veces nos olvidamos que, a pesar de que internet está en todas partes, todavía es un lugar. Y la infraestructura física de la red está presente en nuestro entorno. Como destaca Ingrid Burrington: «si uno sabe dónde y cómo mirar las señales de la red en la ciudad, las notará constantemente».
Y fue a partir de eso que Ingrid hizo un mapa de Manhattan en las paredes de NEW Inc. mostrando información disponible sobre la infraestructura de la red en los alrededores del lugar: las fibras ópticas y a qué empresa pertenecen (los llamados proveedores Tier 1), registros de licencias para antenas de la FCC (la agencia reguladora de telefonía de los EE. UU.), etc.
Todos estos rastros fueron mapeados por la artista en el libro Networks of New York: An Internet Infrastructure Field Guide:
Y con toda esa información, Ingrid también organizó tours por la región para mostrar la red y la infraestructura de vigilancia que está instalada en la ciudad y que, por no saber, nos parece invisible. Durante esos tours, las personas también dejaron todo mapeado en Twitter:
Divorce Your metadata
Kate Crawford, además de muchas otras cualidades, es también una deeplaber y durante la conferencia Seven on Seven de 2015 registró una conversación con Laura Poitras, periodista que ayudó a Edward Snowden a divulgar los documentos de la NSA y directora del documental sobre esa experiencia, y ganador de un Oscar, Citizen Four.
En la conversación con Kate, Laura relata:
«Cuando Ed entró en contacto conmigo, yo sabía lo suficiente sobre la NSA como para percibir que era un adversario poderoso y, por lo tanto, debía tratar de encontrar un rincón de la sala, un rincón de internet, donde no sería vigilada. Yo tenía una computadora que compré pagando en efectivo y usaba Tails como sistema operativo. Y para comunicarme, salía de mi apartamento para cortar la conexión entre mi verdadera identidad y las cuentas de e-mail anónimas que estaba usando para intercambiar información con «citizenfour». Entonces, cada vez iba a un lugar distinto donde pudiera acceder a una red wi-fi pública. Durante toda mi correspondencia con Snowden, nosotros «nos divorciamos de nuestros metadatos varias veces». Esa es una expresión de Ed: «divorcio de metadatos.»
Intrigada por la idea, más adelante en la conversación, Kate hace un comentario capaz de quitarle el sueño a cualquiera (si es que las revelaciones de Snowden no lo hicieron ya):
«Entonces, me pregunto: a medida en que el biotracking se vuelve cada vez más prominente en nuestro mundo, ¿cómo vamos a crear esos espacios donde podemos divorciarnos de nuestros propios biometadatos y crear nuevos yos? Eso se está volviendo cada vez más difícil. Mientras existen más opciones, como el Tor y Open Whisper Systems, para nuestras búsquedas, mensajes y llamadas, somos constantemente rastreados por todos los lugares por donde pasamos, por las ciudades, las tiendas, los restaurantes, en empresas y galerías. Y los datos de ese tipo tienen larga vida, probablemente más larga que la nuestra».
Durante la residencia, Kate hizo una edición tipo zine de la conversación, disponible aquí.
Nine Questions
Pero las preguntas de Kate no terminaron ahí. Junto a Maral Pourkazemi, hicieron nueve preguntas relucientes:
En forma de «sí» o «no», las preguntas remiten al espectador a adoptar una posición firme sobre las maneras como compartimos información en la red, repensando los valores de situaciones que fueron consideradas normales rápidamente a lo largo de la última década.
Todas las preguntas están disponibles en el sitio de Maral y es posible copiarlas y distribuirlas en sus redes para ver lo que piensan por ahí.
EMA: Does It Still Feel Weird If I Just Use My Hands? (¿Continúa sintiéndose extraño si solo uso mis manos?)
EMA también hizo una aparición para colaborar en una noche del DeepLab. En el álbum “The Future’s Void”, tuvo éxito con canciones sobre minería de datos, vigilancia y privacidad, o, en las palabras intraducibles de la revista Spin: «EMA has crafted a wide-eyed, open-eared, reasonably horrified, digi-noise drone-folk treatise about the soul-sucking, privacy-wrecking qualities of online life.”
Su performance en NEW Inc. fue más tranquila y suave, como un chill out, pero también instigando a los presentes a pensar en su privacidad. En lugar de cámaras, había lápices y papeles dispersos por la habitación y se invitaba a los presentes a dibujar al prójimo. ¿Qué tan invasivo es dibujar a alguien a quien no conocemos? ¿Dibujar puede ser vigilar? A continuación, las imágenes eran escaneadas y proyectadas superpuestas en las paredes de la habitación.
Kate dibujó a Donna Haraway, que desde la década del 80 debatía cuestiones de ciencia y feminismo, como en el libro: A Cyborg Manifesto: Science, Technology, and Socialist-Feminism in the Late Twentieth Century.
Además de esas intervenciones artísticas, los días de la residencia también estuvieron colmados de paneles. En la mesa, para variar, solamente mujeres:
Antiutopías: ¿Qué hacer cuando todo es imposible? (Anti-Utopias: What is to be done when everything is impossible?)
Moderadora: Allison Burtch
Panelistas: Salome Asega, Seda Gurses y Eva Franch i Gilabert
Ansiedad vigilante (Surveillant Anxiety)
Moderadora:Kate Crawford
Panelistas: Simone Browne, Biella Coleman, Jade E. Davis, Karen Levy
Testimonio estratégico (Strategic Witnessing)
Moderadora: Harlo Holmes
Panelistas: Sydette Harry, Yvonne Ng and Jackie Zammuto
Corinna Kirsch de Art F City hizo un resumen de los paneles en el post “Everyone is a Hacker” (Somos todas hackers). Para finalizar las actividades, Harlo Holmes, que también hace parte del Guardian Project, coordinó la “Pipelines Hackathon”.
Entre miembros y colaboradoras, esas fueron las mujeres que hicieron la semana del DeepLab en New Inc:
Es posible encontrar más información sobre las actividades durante la última residencia en el sitio web de New Inc.
¿Y ahora cómo sigue? En la conversación con Addie, los planes son «trabajos más internos y agendas de investigación de largo plazo, aunque también debe haber algo más orientado al público a fines de 2016 e inicio de 2017 en Europa y los Estados Unidos.
¿Qué faltó? Ustedes, mujeres, que están hackeando por ahí… en Brasil… en América Latina… ¡las quiero conocer a todas! Al final, como se dijo aquí, we need a movement! Oh: @joana_varon
Tags: Art&Activism, boletin11, DeepLab, encryption, Joana Varon, metadata